Desde la aprobación en 1986 del muromonab-CD31 para la prevención del rechazo del trasplante de órganos, el uso de anticuerpos monoclonales ha crecido continuamente. Hoy en día hay un gran número de estas medicinas aprobadas, en Europa y EEUU, para el tratamiento de enfermedades complejas, como la artritis reumatoide, la esclerosis múltiple o el cáncer, y ya hay anticuerpos monoclonales biosimilares de varias de ellas2,3. Hemos oído hablar de los anticuerpos monoclonales, pero ¿sabemos realmente qué son?
1. Nuestro sistema inmunitario
El sistema inmunitario humano es una extraordinariamente compleja red de células, tejidos y órganos, que trabajan juntos para defendernos de los ataques de agentes externos (bacterias, virus, hongos o parásitos)4.
Las células del sistema inmunitario, organizadas en grupos y subgrupos, forman una red de comunicaciones elaborada y dinámica, y patrullan por el organismo dispuestas a pasarse información de unas a otras. Cuando un agente externo es detectado, las células sufren cambios que les permiten luchar contra él y liberar sustancias químicas que son una señal para reclutar más células del sistema inmunitario, que acuden al lugar de la ataque4.
La principal característica de nuestro sistema inmunitario es su asombrosa capacidad de distinguir las células de nuestro organismo de las externas. Nuestras células llevan un marcadorque hace que sean reconocidas como propias por nuestro sistema inmune y no son atacadas por éste. Las células externas no llevan este marcador, o es diferente, y son reconocidas como extrañas y atacadas por el sistema inmune4. Esto explica por qué los tejidos trasplantados podrían ser rechazados por el receptor4. En general, llamamos antígeno a cualquier sustancia que pueda desencadenar la respuesta inmune4.
2. Componentes del sistema inmunitario
El sistema inmunitario está formado por un amplio arsenal de células, que se comunican entre sí, o bien por contacto directo, o liberando mensajeros químicos llamados citoquinas4.
Existen unas grandes células blancas, capaces de tragar y digerir partículas o células externas, llamados genéricamente fagocitos4. Pero el principal tipo celular del sistema inmunitario son los linfocitos, de los que existen dos clases:los linfocitos T que dirigen o regulan la respuesta inmune, pero que también pueden atacar a las células invasoras4; y los linfocitos B, encargados de segregar los anticuerpos(grandes moléculas con forma de Y, pertenecientes a la familia de las inmunoglobulinas)4. Cada linfocito B produce un anticuerpo específico contra un antígeno concreto (por ejemplo, el virus de la gripe). Cuando un anticuerpo se une su antígeno, lo marca para su destrucción por los linfocitos T y los fagocitos4.
Los anticuerpos, para destruir las bacterias, reciben la ayuda de un sistema de hasta 25 proteínas llamadas sistema del complemento, ya que los “complementan” 4.
3. Los anticuerpos monoclonales
Algunos antígenos pueden ser muy complejos, y cada una de sus partes puede ser reconocida por diferentes linfocitos B, que producirán anticuerpos frente a una parte diferente del antígeno. Son los anticuerpos policlonales, ya que proceden de varios clones de linfocitos B5.
En 1975 Khöler y Milstein recibieron el Nobel por poner a punto una técnica que permitía producir anticuerpos a partir de un solo clon de linfocitos B, nacían los anticuerpos monoclonales5. Estos tienen la habilidad de reconocer sólo una parte concreta del antígeno (llamada epítopo), lo que los hace más específicos de ese antígeno5, y reduce la posibilidad de que ataquen a otras células parecidas (reactividad cruzada)5. Esta habilidad ha sido utilizada para desarrollar técnicas que usan anticuerpos monoclonales para mediar o modular efectos fisiológicos en el organismo con fines terapéuticos, es decir, su uso en el tratamiento de enfermedades5.
La importancia de los anticuerpos monoclonales en la clínica y su impacto en los presupuestos sanitarios es creciente, por eso mAbxience nació en 2009 como una compañía biotecnológica internacional especializada en la investigación, desarrollo, fabricación y comercialización global de anticuerpos monoclonales biosimilares, trabajando desde entonces por mejorar el acceso de pacientes a estos tratamientos contribuir a la sostenibilidad de los sistemas de salud en todo el mundo6.
4. Bibliografía
- Monoclonal Antibodies Approved by the EMA and FDA for Therapeutic Use – ACTIP. http://www.actip.org/products/monoclonal-antibodies-approved-by-the-ema-and-fda-for-therapeutic-use/. Accessed October 9, 2018.
- European Medicines Agency – Find Medicine – European Public Assessment Reports. http://www.ema.europa.eu/ema/index.jsp?curl=pages%2Fmedicines%2Flanding%2Fepar_search.jsp&mid=WC0b01ac058001d124&searchTab=&alreadyLoaded=true&isNewQuery=true&status=Authorised&status=Withdrawn&status=Suspended&status=Refused&startLetter=View+all&keyword=. Accessed September 6, 2018.
- U S Food and Drug Administration Home Page. https://www.fda.gov/. Accessed October 11, 2018.
- Kelly J. Understanding the Immune System How It Works. 2007:13–17. doi:10.1037/e609842007-001.
- Lipman NS, Jackson LR, Trudel LJ, Weis-Garcia F. Monoclonal Versus Polyclonal Antibodies: Distinguishing Characteristics, Applications, and Information Resources. ILAR J. 2005;46(3):258–268. doi:10.1093/ilar.46.3.258.
- La compañía biotecnológica de los medicamentos biosimilares. mAbxience. https://www.mabxience.com/es/quienes-somos/. Accessed September 27, 2018.