La Sociedad Brasileña de Oncología (SBOC) publicó recientemente su documento de posicionamiento, donde se recogen los puntos más relevantes sobre la aprobación y el uso de los medicamentos biosimilares en oncología.
En él, se tratan aspectos relacionados con su definición, nomenclatura, intercambiabilidad, substitución automática, seguridad y eficacia, así como el impacto potencial sobre los presupuestos sanitarios.
La SBOC ha dado su opinión positiva a la introducción de los medicamentos biosimilares como una alternativa viable, segura y coste-efectiva a los productos biofarmacéuticos actualmente utilizados en oncología. El objetivo del documento es respaldar las decisiones terapéuticas que maximicen el beneficio clínico de los miles de pacientes oncológicos en Brasil y poder contribuir a acelerar la introducción de estos fármacos en la práctica clínica diaria.
Se trata del primer documento de posicionamiento publicado por una sociedad latinoamericana de oncología.
En Brasil, el sistema público es un derecho constitucional. El gobierno brasileño es el mayor comprador de productos biológicos del país, correspondiendo al 60% del total de las compras.
Actualmente hay 28 anticuerpos monoclonales disponibles para el tratamiento del cáncer, con 217 indicaciones terapéuticas. El linfoma no Hodgkin (LNH) es la patología con un mayor número de anticuerpos monoclonales para su tratamiento, siendo rituximab, utilizado en el tratamiento del LNH, el fármaco con mayor número de biosimilares desarrollados o en fase de desarrollo.
El alto coste de estos fármacos es la mayor causa del gasto en el tratamiento del cáncer. Sin embargo, la introducción de los anticuerpos monoclonales en la práctica clínica ha incrementado significativamente la supervivencia global de los pacientes oncológicos. Además, tienen una menor toxicidad y efectos secundarios en comparación con los agentes quimioterápicos.
Durante 2019, las patentes de los principales fármacos expirarán, dando la oportunidad al desarrollo de fármacos biológicos biosimilares, los cuales podrían competir e incluso sustituir a los biológicos actualmente disponibles en el mercado.
Filgrastim, un tratamiento que estimula la proliferación y diferenciación de granulocitos ha sido el primer biosimilar desarrollado en Brasil, aprobado por ANVISA (Agencia de Vigilancia Nacional de Salud) en 2015.
En el documento, la Sociedad Brasileña de Oncología Médica toma una posición favorable a la introducción de los biosimilares como una opción viable, segura, y coste-efectiva respecto a los fármacos actuales, en el tratamiento de enfermedades severas, especialmente el cáncer. Esperan que este documento ofrezca información valiosa para apoyar decisiones terapéuticas que maximicen el beneficio clínico de los miles de pacientes oncológicos en Brasil, y que contribuya a acelerar la introducción de estos fármacos en la práctica clínica.
Bibliografia:
The use of biosimilar medicines in oncology-position statement of the Brazilian Society of Clinical Oncology (SBOC) G.S Fernandez y cols. Braz J Med Biol Res vol.51 no.3 Ribeirao Preto 2018 Epub Jan 11,2018. http://dx.doi.org/10.1590/1414-431×20177214